Importancia de Leer la Biblia: Derribando Excusas
En nuestra vida cristiana, la lectura de la Biblia es esencial. Es el alimento espiritual que nos fortalece y nos guía en nuestro caminar con Dios. Sin embargo, muchas veces encontramos excusas para no leerla: falta de tiempo, distracciones o incluso la sensación de que no entendemos lo que leemos. Pero, ¿qué revelan estas excusas sobre nuestra fe?
La Palabra de Dios: Fuente de Vida
Jesús mismo nos enseñó que “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Así como nuestro cuerpo necesita alimento para sobrevivir, nuestro espíritu necesita la Palabra de Dios para crecer y fortalecerse.
Si descuidamos la lectura bíblica, estamos privando a nuestra alma de su alimento esencial. Esto puede debilitarnos espiritualmente, haciéndonos más vulnerables a la duda, el pecado y el desánimo.
Excusas Comunes y lo que Realmente Significan
A menudo, las razones que damos para no leer la Biblia pueden reflejar aspectos más profundos de nuestra relación con Dios:
“No tengo tiempo.”
Todos tenemos las mismas 24 horas en el día. La realidad es que siempre encontramos tiempo para lo que consideramos importante. ¿No será que otras prioridades han desplazado la importancia de la Palabra en nuestra vida? Jesús nos insta a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia (Mateo 6:33).
“No entiendo lo que leo.”
La Biblia no es un libro común; es Palabra viva y requiere del Espíritu Santo para su correcta comprensión. Santiago 1:5 nos dice: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
“Me aburre.”
La Biblia es la historia más apasionante de amor, redención y victoria. Si la encontramos aburrida, tal vez necesitemos pedirle a Dios que renueve nuestro corazón y nos dé hambre de Su Palabra, como el salmista que declaró: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca” (Salmo 119:103).
“No sé por dónde empezar.”
Un buen punto de partida puede ser el Evangelio de Juan o los Salmos. También puedes seguir un plan de lectura estructurado. Lo importante es comenzar y hacerlo con una actitud de humildad y deseo de conocer a Dios.
La Lectura de la Biblia como un Acto de Fe
Leer la Biblia no es solo una disciplina, es un acto de fe. Es creer que cada palabra escrita en ella es verdad y tiene poder para transformar nuestra vida. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Cuando hacemos de la lectura bíblica una prioridad, nuestra fe crece, nuestra mente se renueva y nuestra relación con Dios se profundiza. Nos ayuda a discernir Su voluntad y a enfrentar las dificultades con esperanza y confianza.
Reflexión Final
Si has estado postergando la lectura de la Biblia, hoy es un buen día para comenzar. No se trata de leer por obligación, sino de encontrarnos con Dios en cada página. Él nos habla a través de Su Palabra y desea que crezcamos en nuestra relación con Él.
¿Qué excusa te ha impedido acercarte más a la Biblia? ¿Qué paso concreto puedes dar hoy para fortalecer tu tiempo con la Palabra de Dios?
Recuerda, el crecimiento espiritual es un proceso, y cada día que decides leer la Biblia es un día en el que estás invirtiendo en tu fe y en tu relación con el Señor.